La fragua de un día perfecto

Hoy no tenemos demasiadas fuerzas, ni tampoco batería suficiente para explicar con detalle el día. Pero cuatro pinceladas y 4 fotos os dará para haceros una idea de lo que nos llevó hasta hoy.

Anoche dormimos en casa de Tim. En Gales.

Tim es un SUPER atleta, con mayúsculas de verdad. Lo encontramos (o nos encontró) de camino a su casa mientras nosotros andabamos buscando la dirección adecuada, y el hacía footing. Nos saludó diciendo: “two guys on a bike, you are sleeping on my house, im Tim”.

Nos recibió lleno de heridas por todo el cuerpo, no le cabía ni un vendaje más al pobre. Enseguida nos contó que se cayó riding (nosotros supusimos que en bicicleta) hacía una semana. De ahí nos acompañó a su casa, y nos mostró donde dormiríamos. En el taller de costura de su mujer, que estaba de viaje con sus dos hijas. Un lugar precioso y digno de los ratoncitos de la cenicienta.

Nos ofreció un trozo de un pastel indescriptiblemente bueno, del que me he de acordar de pedirle la receta a su madre (que fue quien lo hizo). Una mezcla de avena, frutos secos, miel, y seguramente algún que otro ingrediente secreto. Como dice Nico en estos casos: Bueniiíiisimo!

Mientras Nicho se daba una ducha, hablé un rato con Tim, que me explicaba sus aficiones… subir y bajar montañas, correr, to ride (otra vez yo pensando en bicicleta)… y su carrera favorita hasta ahora es, oh! Casualidad! La Transvulcania de La Palma, en las Islas Canarias según me explicó el hombre que no sabía de donde era yo hasta ese momento. Al explicarle que era de Tenerife, y que si no sabía que allí había una carrera bastante famosa consistente en subir al pico Teide desde el mar, y bajar por el otro lado de la isla, se sorprendió, buscó por internet y tras checkear su agenda, se inscribió en la carrera para el año 2018. Así mismo, sin pensarlo demasiado! Por lo visto es un corredor bastante bueno, sin haber pisado podio en muchas ocasiones. Pero haberlo hecho alguna vez, ya es más de lo que los mortales podemos hacer. Y no es por eso por lo que se ha ganado el título de SUPER atleta, ahora viene:

-me cuenta Tim que ya no puede correr mucho (recuerde usted, que hace 1 párrafo, se acaba de inscribir en una carrera de 90km de distancia en la que hay que subir el pico mas alto de España) , porque se lesionó un pie hace un año y no parece tener solución. Por eso pasó a hacer Eliptigo. Eliptique???

Montado en esa cosa con aspecto de grillo, y que para que os hagáis una idea es una eliptica de gimnasio, pero con ruedas, nuestro querido amigo Tim se hizo un viaje de 3 meses, a 200 km diarios (de media) y unas 12 horas de eliptica cada día. Recorrió la costa este de EEUU visitando gente que tenía ese cacharro, al principio por afición, y luego con la idea de escribir un libro sobre ellos. A las preguntas técnicas a las que le asedié: ¿que comías? ¿cada cuanto? ¿hacías paradas? ¿ y para dormir? ¿que tal el cansancio? ¿te enfermaste algún dia? Por resumiros sus respuestas: comer poco, cualquier cosa vale, mc donals, barritas energeticas…. no paraba, dormía poquito y para solventar los mundanos problemas como el cansancio y el aburrimiento, llevaba un altavoz con música. A cuadros me quedo yo.

Pero oigan ustedes que el día no se acaba aun. Lo mejor está por llegar.

Esa noche que dormíamos en su casa, Tim tenía visita de dos amigos, que iban a hacer Everesting al día siguiente. ¿que es eso? Nosotros tambien lo descubrimos ayer. Se trata de subir y bajar una misma rampa (del tamaño que sea) tantas veces como sea necesario para ganar los mas de ocho mil metros de altitud del Everest. Estos dos amigos pretenden (aún ahora deben estar en ello) ser los primeros en conseguir este reto en eliptica. Para ello han venido a Gales a subir una montaña de 561 metros, desde su base que está a unos 100 metros de altura, la friolera de 23 veces seguidas (ahhh claro, si paras a dormir, ya no cuenta, lo sentimos). Los calculos mas halagüeños aventuraban unas 21 horas seguidas subiendo esa montaña.

Por supuesto, mientras cenábamos modificamos nuestra ruta del siguiente día para subir con ellos esta famosa montaña. ¿que son 10 km más, y 500m de desnivel adicional comparado con la satisfacción de saber por donde diablos van a estar estos dos superhombres subiendo y bajando mientras nosotros estemos disfrutando del segundo desayuno, montando la tienda, cenando, e incluso durmiendo? Ahora ( a las 21.32 de la noche, llevan 15 horas subiendo y bajando. Si no han desistido llevaran unas 20 vueltas. ) le escribiremos un correo a Tim para preguntarle como van sus compañeros.

Ellos comenzaban a pedalear a las 6 am. , y nosotros llegaríamos a la montañita para acompañarles un rato sobre las 9.30 pero eso ya corresponde a otro dia. A hoy: el día perfecto.