¿Warm? Shower y carreteras francesas: primera experiencia

De las historias de este viaje, algunas tenemos que reservarlas para dias muy alegres, y cenas familiares, porque escritas, serian demasiado largas, o bien dificiles de entender. En todo caso… si nos véis por ahí pregunten por ellas porque seguro que no se nos olvidan. Otras son como estas:

Ayer (31 de julio, y tercero de esta ruta) salimos de Mas Meric en dirección a Fafur, donde teníamos alojamiento conseguido a través de la web Warm Shower, dedicada a viajeros en bici. No teníamos una dirección exacta porque según palabras textuales del dueño de la casa: “yo no se nada de coordenadas GPS, lo que sí se, es que google sabe de Fafur“. 

Salimos mas o menos a la hora prevista (sobre las 8.30) después de un desayuno a base de avena, y uvas recogidas en la finca de la familia de Ganaëlle. Era nuestra primera jornada que transcurría completamente en Francia, y los tres íbamos con la cabeza llena de historias sobre lo bien adaptadas que estaban las carreteras francesas para los ciclistas, y el respeto que se les tenía. Después de salir de España por una frontera muy transitada y a través de la carretera nacional, eran pensamientos muy agradables. Ir en bicicleta sin miedo es todo un alivio.

Rápidamente estos pensamientos se esfumaron.

Tras salir de los caminos que llevan a la masia, nos incorporamos en lo que desde ese momento pasamos a denominar: “carreteras de la muerte”. Vias de doble sentido, con coches y camiones a 90 km/h y sin prácticamente arcén. Además, o bien nuestras chaquetas amarillas y nuestros reflectantes nos han otorgado el poder de invisibilidad o bien todos los conductores ignoran nuestro paso. En estas carreteras, tan solo un coche ha aminorado la marcha pasando al lado nuestro y se ha apartado a un metro de distancia. El resto…. sin piedad. 

Tomando un respiro tras nuestro primer contacto con las carreteras de la muerte, y la sensibilidad de los conductores con los ciclistas. ¡¡¡Ahhhh el camión!!!!!

Tras los sustos de estas carreteras, intentamos evitarlas en la medida de lo posible, aunque eso nos lleve a largos paseos por campos de vid, girasoles y cereales.

Estas pistas no son muy buenas para las alforjas, pero buenísimas para el sistema nerviosa

Continuamos pasando un pueblo tras otro y parando de vez en cuando para comer. Benditas boulangeries. Aunque fue todo un reto, porque en la mayoría de las localidades que visitamos, los comercios cerraban los lunes.  Cuando nos acercábamos a Fafur, buscamos algun sitio donde comprar una botella de vino o algún otro detalle que ofrecer a Alöis (la persona que nos alojaría), pero no pudimos encontrar nada abierto (incluso pasamos por la Gran Rue, con carteles indicativos de comercios que jamás vimos), y acabamos llegando con manos vacías. ¿Vacías? No siempre que uno tenga manos, es algo! Continuad leyendo que pronto viene lo divertido.

Salimos del último pueblo antes de llegar a Fafur siguiendo las indicaciones del GPS (que apuntaban a lo que google llamaba Fafur), eso nos llevó a un camino de tierra entre viñedos, a un punto donde no había nada. Tras un breve debate de por donde continuar, seguimos por el mismo camino hasta que llegamos a una finca con naves medio derruidas y una casita en (re)construcción. Dos obreros estaban colocando tejas, y un tercero ocupándose de las herramientas y el cemento. 

Les preguntamos en nuestro mejor frances por “monsieur Alöis” y ellos respondieron como dando a entender que sí que vivía allí pero que no tenían idea de donde estaba. 

Esperamos en el jardín una hora… dos… y ya sin poder con el hambre, abrimos las alforjas y preparamos una merienda recuperativa de avena con gofio, leche en polvo, frutos secos, mermelada y pan. Una bomba!  Al cabo de un rato más (ya casi dormido contra la pared de la casa) llegó un coche con 5 personas. 2 chicos jóvenes y 2 chicas, una con un bebé en brazos. Nos saludaron y nos presentamos. Todo hablando en inglés, aunque pronto cambiamos al español, porque Alöis lo hablaba muy bien.

Enseguida nos enseño su espectacular terreno. Tenía una zona con 4 caballos y un potrillo, un par de naves medio derruidas que antiguamente debían estar  dedicadas a la cría de animales, y un garage enorme con cocina, y muchísimo espacio.  Durante la visita, descubrimos que nuestro anfitrión estaba relacionado con el mundo circense, y que su casa, era lugar de paso y estancia de multiples amistades bien variadas (grupos de scouts, unos amigos que construyen una caravana con madera y trozos de cama reutilizados, otros (o los mismos) que tienen una pila de ladrillos de barro fabricados por ellos mismos… también es un lugar lleno de objetos curiosos de todos los tipos, algunos trastos y otros maravillas de otro tiempo.

La zona de acampada era perfecta. Una pequeña parcela, con un manzano en el medio… justo donde más nos había gustado cuando llegamos al terreno. Nos explicó que lamentablemente no disponía de ducha, porque justo la casa donde estaba había tenido un problema estructural en el techo (vamos, que se había derrumbado), pero disponíamos de manguera. Así que ya el “warm” lo borramos del mapa. Y el “shower”…  depende de la imaginación.

  • Inciso:  todos tenemos algunos detalles particulares de nuestra forma de ser que nos hace bastante caracteristicos. Una de las de Nicolás, es la de mejorar, un poco, cualquier cosa que le des. Así sea una nuez, Nico tratará de hacerla mas redonda, o de dejarla bien preparada para que sea fácil de comer, alguna cosahara, siempre. En ese aspecto me recuerda a mi padre, que a veces dice: “siempre se puede vivir un poco mejor“, y es verdad.  Dicho esto:
Ducha improvisada con ayuda del manzano
Ducha improvisada con ayuda del manzano

Tras dejar las bicis en la zona de acampada, Alöis nos comentó si le ayudábamos con un tema relacionado con un furgón que tenía allí aparcado, y después nos tomabamos una cerveza juntos. Más por corresponder a la gentileza de su invitación, que por la cerveza, nos ofrecimos voluntariosos pensando que se trataba de descargar la furgoneta… así que fuimos tras ella (la conducía su compañero) hasta la entrada de la casa, y una vez allí Pedro habrió la puerta y se encontró con que estaba………… VACÍA!

¿Y ahora? Lo entendimos rápido. No había que descargar, sino cargar. –

-¿qué hay que cargar Alöis?

-Todo eso de ahí.

Y como uno ha trabajado alguna vez…. pues toca responder “sí patrón” y ponerse a cargar cosas”. Con el miedo en el cuerpo, porque si es todo  lo que hay que meter en el furgón… incluye una lavadora, 3 colchones, un par de mesas, sacos de cemento, baldosas, puertas de madera, ahhh y lo de arriba (otro piso que no habiamos visto). No acabamos de aquí a mañana….

Al final el cemento se quedó en su sitio (menos mal) y “solo” movimos camas, algunos trastos, mesas, y colchones varios. Eramos 5 cargando… y estuvimos una horita sube y baja escaleras moviendo cosas de sitio, muertitos de hambre, sueño, y dolores varios en piernas y espalda, ahora le dabamos la bienvenida a los brazos…. todo ese montón de cosas (no sacamos fotos)  las llevamos en el furgón o en peso (un cabecero de cama lo llevamos a pulso, porque ya no cabía nada más en la furgoneta) hasta una de las naves que aun se mantenia en pie. Allí descargamos y listo… a la “ducha”! 

La verdad es que era un trabajo que efectivamente se hacía mucho mejor entre 5 que entre 2… y se resolvió con bastante celeridad. Y para eso estàn los amigos!  Todo suma de cara a Killarney, y la natación la teníamos descuidada, así que después de todo nos vino genial.

Duchados… directos a la cena: 400 gramos de quinoa (el paquete entero) más medio kilo se queso fresco y otros condimentos. Buenísimo! 

Y a dormir, que por la mañana siempre nos dejan nuestros queridos reyes magos un nuevo acertijo que resolver mientras desayunamos (si es fácil) o durante todo el día. (GRACIAS! )

9 thoughts on “¿Warm? Shower y carreteras francesas: primera experiencia

  1. Ánimo!! Eso es el kharma por haberte librado de todas laa mudanzas de Teno 😉
    Van a salir unas anécdotas muy divertidas de este viaje. Mañana a por más. Ánimo que son unos fieras!

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  2. Es el destino messieurs!!
    Nuestro querido Guayasén se ha “escapado” d las múltiples mudanzas que hermanos y padres han tenido en su vida hasta ahora (y las que quedan). Así que ha tenido que ir allende los Pirineos en bicicleta, para colaborar en el transporte de enseres varios.
    Fundamento, coman mucho y eviten en lo posible esas carreteras.
    Petons!!! Bisou!! Bien-être!!

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  3. JAJA! buena historia!!!!
    Qué bueno que a pesar de toda la pega, tengan ánimo para escribir!!!!!!
    Suerte para a nueva jornada!!!!!!!
    Abrazos!!!!!!!!

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  4. Buen relato.
    La carretera en foto con las 2 bici en marcha está genial, naturalmente más vale prevenir que “circular” en “carreteras de la muerte” con ese buen ánimo que muestran en las fotografías llegarán a cualquier destino.
    Muy buen ejercicio eso de participar en mudanzas ajenas… tal vez podría ser proyecto PIME hasta que realicen 2200 mudanzas, lo que por supuesto sería muy rentable…
    Un abrazo a todos, Pablo / Lolo.

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  5. Al final lo de la bici va a ser la excusa perfecta para que vivais una interesante aventura vital. Sin menospreciar el esfuerzo de tantos kilómetros, claro.

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  6. Guayasen, guarda todas las notas de esta aventura y al final puedes publicar un libro.
    No se si ganarás el Premio Planeta, pero seguro que a mas de uno le encantará su lectura.
    Julian M.

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  7. Menos mal….se les ve bien ….tengan cuidado con esas carreteras…deben comer algo más…ánimo y a seguir…tu abuela que tengas “mucho fundamento”…abrazos desde Gara.

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  8. Lo de las mudanzas es un tema !!!!!!

    El Nico también se ha librado de todas las mudanzas !!!!!
    Otro punto que los hace amigos!!!! el Rugby y las no mudanzas.. jeje!!!! cosas que se van descubriendo con este aventurero trayecto!!!!!!!
    Esperando próximo reporte!!!
    Besos

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